En 1981, las Universidades Chilenas sufren una contra reforma educacional. La Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado van a ser divididas, surgiendo las Universidades Regionales Derivadas, y creándose nuevos estatutos orgánicos a través de Decretos con Fuerza de Ley (DFL).
La Universidad de Valparaíso (ex Universidad de Chile sede Valparaíso) será creada a través del DFL-6 de 1981, y sus estatutos serán promulgados a través del DFL-147 de 1982, donde sin participación de ninguno de los Estamentos, y en un clima de miedo y terror, surge la nueva institucionalidad. La dictadura militar inicia así, el control jurídico sobre las universidades chilenas.
Han pasado 27 años desde ese momento fatal, y aún seguimos regidos por esa ley, una ley llena de odio y miedo, Estatutos que niegan la participación, el diálogo, el debate, y dan plenos poderes, elevando a la categoría de Rey a la máxima autoridad de la Universidad (Artículo 11º, DFL-147/1982).
Los actuales estatutos señalan en su artículo 8º, nº 1: “En la elección de rector participarán los académicos pertenecientes a las tres más altas jerarquías de la universidad que tengan, a lo menos un año de antigüedad en la misma. Con todo, el organismo colegiado superior respectivo, con el voto conforme de la mayoría de sus miembros en ejercicio, podrá permitir la participación de los académicos pertenecientes a otras jerarquías, siempre que tengan la calidad de profesor y cumplan con el requisito de antigüedad antes señalado. El voto de los académicos será personal, secreto e informado y podrá ser ponderado, de acuerdo con el reglamento que dicte el organismo colegiado superior de la universidad, atendidas su jerarquía y jornada (…)”. ¿No marginan estos estatutos a la mayoría de la comunidad universitaria? ¿Qué pasa con el resto de los académicos y la totalidad de funcionarios y estudiantes? No es sólo un tema de PODER, sino de PARTICIPACIÓN. Votar en las elecciones no hace a una Universidad más democrática. Necesitamos participar en la toma de decisiones y en la generación del nuevo Proyecto de Universidad,
Necesitamos una nueva Institucionalidad, donde salvemos a la Universidad de Valparaíso no sólo de la quiebra económica por la que atraviesa, sino de la crisis moral y del modelo de educación que tenemos. Porque nuestra Universidad debe estar al servicio del pueblo, al servicio del país, entregando docencia, investigación y extensión, porque debemos defender la academia, la libertad de enseñanza, la educación laica, estatal y pública.
Ha llegado el momento de crear unos Nuevos Estatutos Orgánicos para una Nueva Universidad.
"Maldigo los Estatutos, porque están llenos de Odio"
Base Marta Ugarte Román
Facultad de Humanidades
Juventudes Comunistas Universidad de Valparaíso
Imagen: Creación Pablo González e Ignacio Cáceres
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